vendredi 19 août 2011

LE TROU AU TRESOR VU D'ESPAGNE


FRANCIA | En Sougraigne, cerca de Perpiñán

A la caza del oro del rey Salomón

La leyenda cuenta que existen tesoros maravillosos escondidos en los aledaños de Rennes-le-chateau, una localidad del sur de Francia, muy cerca de la frontera catalana con España.
Entre estos tesoros ocultos se cuenta el oro de los visigodos, en el que se incluye el verdadero menorá (el candelabro de siete brazos de Moisés que fue guardado en el Templo de Jerusalén), rollos de papel que demostrarían que Jesucristo y María la Magdalena tuvieron un hijo y los tesoros de los templarios y de los cátaros, cuyos castillos aún dominan el paisaje de los pirineos en Francia y España.
A principios del siglo XX, la última sirvienta del padre Saunière, que atribuyó la sospechosa riqueza del sacerdote a que poseía oro y objetos antiguos escondidos por la región. La explicación oficial, menos romántica, de que amasó su fortuna robando a sus fieles no convenció a los buscadores de tesoros que, cada año, visitan en forma de turbas de 150 personas la localidad de Rennes-le-chateau.

La cueva secreta

Sin embargo, tres de estos extraños 'cazadores' llegaron a la conclusión de que todos estaban buscando en el lugar equivocado. Michel Vallet, Didier Héricart de Tury y Franck Daffos decidieron llevar a cabo su investigación en una pequeña cueva cercana llamada Pech d'en Couty, en la pequeña localidad de Sougraigne, de tan sólo 82 habitantes.
Los tres compañeros lo mantuvieron en el más absoluto secreto, celosos de que los que consumían sus inútiles esfuerzos en el pueblo de al lado les descubriesen y les robasen su preciado premio.
Sin embargo, la semana pasada el secreto salió a la luz. El motivo fue una disputa entre los tres buscadores. Dos de ellos llamaron la atención sobre su trabajo cuando publicaron, el 12 de julio, un libro llamado 'El Oro de Rennes', que ofrecía algunas pistas para encontrar la cueva secreta.

La venganza

Furioso por haber sido excluido de la obra, Michel Vallet decidió vengarse de sus compañeros y publicó en internet una fotografía de la entrada de la cueva.
El secreto ya había sido revelado.
Ante el devenir de los acontecimientos, Franck Daffos, que ha pasado 40 años de su vida buscando el oro, acudió a los gendarmes porque "una terrible pérdida debe ser evitada a cualquier coste" según cita el periódico local 'Midi-Libre'.
"Michel Vallet ha arruinado nuestro trabajo. El área debe ser asegurada para evitar el pillaje" añadió en referencia a los tres años que el trío ha pasado trabajando en la cueva. Por si fuera poco, quiere denunciar a su compañero por "incitación al pillaje del patrimonio nacional".
La policía realiza ahora un patrullaje discreto alrededor de la cueva.

Las víctimas

Pero los más afectados, al menos hasta que realmente se descubra algún tesoro, son los habitantes de Sougrigne, Rennes-le-chateau y otra población cercana, Bugarach: "Vienen locos a todas horas", afirma Alexandre Painco, alcalde de Rennes-le-Chateau. "Algunos han abandonado a sus esposas e hijos para ir tras el tesoro".
En Sougraigne, Dieudonné Roussette, propietario de las tierras donde se supone que se encuentra el tesoro, afirma en el diario 'Le Parisien' que él es escéptico "pero que su mujer Patricia cree en ello. Ha leído todo sobre Rennes-le-chateu y dice que no hay duda de que el tesoro de los visigodos está enterrado en mis dominios".
Por su parte, el alcalde de Bugarach, la llegada de tantos buscadores de tesoros sólo hace más grave una situación muy tensa. Se dice que su municipio es el único lugar que se salvará del Armageddon que creen que se producirá el 31 de diciembre de 2012. El político amenaza con llamar al ejército para frenar la oleada de "foráneos esotéricos".

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